"Y Simón Pedro lo vio, se postró a los pies de Jesús, diciendo: Señor, apártate de mí, que soy un pecador" ... "Jesús dijo a Simón: No temas: de aquí en adelante tú serás pescador de hombres"
Lucas 5:8-10
Uno de los principales efectos en el encuentro cara a cara con la santidad y el poder de Jesús, es el sentimiento de indignidad que se encarga de nuestroscorazones.
¿Cómo puedo estar cerca de alguien tan santo, tan especial y notoriamente tan divina?
No es una mala reacción, que muestra la humildad, la conciencia del pecado y el fracaso, pero también provoca um choque la forma que se refiere Jesús con esto.
Si por un lado tenemos una persona consciente de su incapacidad para estar cerca del Hijo de Dios, por el otro, tenemos el mismo Hijo diciendo que había un proyecto para la vida de esa persona.
"Soy un pecador, te aparta de mí", dice el silencio de nuestro interior más sinceros, pero él responde: "Muy bien, tengo un proyecto para su vida."
Jesús tomó el pecador, indigno, el absurdo, vil y despreciable y los convierte en agentes que continuará en su trabajo.
Era la clase de gente que eligió en el pasado y sigue presente en la elección de sus discípulos.
Mírate a ti mismo y ver consciente y honestamente quién eres, pero después de eso, asegúrese de buscar uno que comenzó la buena obra, y se compromete a mejorar hasta el día.
Respeto su decisión, porque el compromiso con la ejecución de la obra en la persona és de la persona que llama y no de quién fue llamado.
rafa,
revolución
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